

Por naturaleza, solemos ser procrastinadores y esperamos hasta el último momento para hacer las cosas, esto se debe a nuestros deseos de satisfacción inmediata. "¿Para qué hacer una tutoría ahora si falta un mes para el examen? Seguro el tema que sigue si me va bien." Lo importante es saber que tenemos ese problema y tomar acciones al respecto. Es aquí donde se sugiere ser proactivos al momento de hacer las tutorías. Esto quiere decir, ser constantes con un tutor mucho antes de que la situación se ponga difícil. Es recomendable al menos una vez por semana, contar con una hora de tutoría para revisar lo que se ha dado en las materias difíciles y aclarar cualquier pregunta.

Sin embargo ser reactivos no está del todo mal, y es que a veces es necesario alguien externo que nos ayude para ese examen importante. Claro, ya vamos a haber estudiado desde antes y solo sería para reafirmar el conocimiento o despejar dudas antes del examen.
Si aun eres de las personas reactivas, que aun con un tutor, no sacas las notas que esperabas, ya sabes que es porque estas dejando todo para última hora. Intenta estudiar con antelación, y utilizar un tutor antes que se ponga más complicado todo.